NO ME DEJES



"Siempre hay que insistir en la alegría"

Una hermosa frase sacada primorosamente y con mucho cuidado para que no se rompa su recuerdo de la maravillosa novela de Maxim Huerta "No me dejes" "Ne me quitte pas", ambientada en la ciudad de París. Una entrañable historia llena de matices, de detalles, de armonía, de esperanza, de amor, de desamor, de encuentros,  dedesencuentros, de vida.

Cuantas frases, cuantos momentos inolvidables para sus protagonistas y para nosotros mismos, personajes a los que el autor mima, y cuida en cada uno de sus párrafos.

Momentos tristes, que, sin embargo dan lugar a otros felices, llenos de ilusión, de optimismo, que te embriaga al igual que el aroma de las flores de esa floristería que te enamora y todas esas vidas que por allí pasan, con sus miedos, sus fantasmas, sus recuerdos, siempre de la mano del señor Brulé.

Cada lugar que describe te invita a conocerlo, te adentras en sus rincones y muestra la evidencia de que su autor los conoce todos y se ha deleitado con ellos.

Personajes con pasados que se asoman al presente y quieren instalarse en el futuro, en esa bella floristería donde sus protagonistas quedan atrapados como si de una tela de araña se tratase.

Al terminar su lectura, te invade esa sensación de vacío de cuando termina algo de lo que estabas disfrutando muchísimo, pero a la vez, te desborda un sentimiento de plenitud y de esperanza, de felicidad, que hace que vuelvas a mirar la portada, y sin apenas darte cuenta esboces una sonrisa cómplice.

Entonces susurras bajito: "Ne me quitte pas" , y ruegas que no haya acabado y rememoras frases como:
"no querer pensar también cuenta como felicidad..."

Y como me dijo su autor, habla de la VIDA, ¿se puede pedir más?







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